jueves, 31 de enero de 2013

LA DESPEDIDA

"Sigue tu camino, los sueños se alcanzan, persevera en tus objetivos y sé firme en lo que deseas", fueron sus últimas palabras antes de coger la pesada y anticuada maleta para girarse y subir las escaleras del tren que le llevaría muy lejos de ella. En el vagón, antes de colocar el equipaje, pegó su cara al cristal de la ventanilla, para ver nuevamente aquella cara tan bella, por la que resbalaban lágrimas de tristeza sin parar. La mujer se acercó con la mano levantada para despedirse de él. No vio la bicicleta que a gran velocidad circulaba por el andén y que la arrolló, en el mismo minuto en el que el tren comenzaba su largo recorrido. El hombre que viajaba se quedó paralizado y veía la escena a cámara lenta, cada vez más lejana desde aquella mugrienta ventanilla. El ciclista trató de auxiliarla, pero ella ya no estaba.

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